Instituciones y formación del sujeto

INSTITUCIONES Y FORMACIÓN DEL SUJETO









Este módulo nos invita a reflexionar sobre cómo, a lo largo de nuestra vida, construimos aprendizajes que definen nuestra identidad y nos permiten convivir en sociedad. Aunque aprendemos en distintos espacios, se pone especial énfasis en comprender el papel central de las instituciones educativas: cómo nos forman como sujetos, sus funciones, y su impacto en la sociedad.

El trabajo se centra en analizar la relación entre individuo, escuela y otras instituciones, entendiendo cómo se producen prácticas, normas y discursos que moldean a las personas. Las actividades propuestas buscan desarrollar habilidades de análisis, reflexión y uso de herramientas digitales, para finalmente elaborar un boletín informativo titulado “La función de la institución escolar en la constitución del sujeto”. Este boletín combina explicaciones académicas y productos divulgativos como entrevistas, caricaturas o crónicas, para comunicar de forma atractiva el papel de la educación y la escuela en la construcción social de las personas.

 SUJETOS INSTITUCIONES Y SOCIEDAD

Este módulo busca reflexionar sobre el papel central de la escuela como institución clave en la formación del ciudadano y en la definición de lo público, destacando el papel histórico que le asigna el Estado. A partir del planteamiento general del módulo, se retoman cuestionamientos sobre los procesos cotidianos que nos constituyen como individuos: qué aprendemos, dónde, cómo participamos y por qué es importante.

Para enriquecer este análisis, se recurre a la sociología de la educación, que ofrece distintas perspectivas para comprender la formación del sujeto como un proceso social. Con base en ello, los estudiantes elaborarán los primeros productos del boletín del módulo: una entrevista a teóricos del área, un texto argumentativo sobre la importancia de lo aprendido en la escuela y una tira cómica sobre la relación entre escuela y sujeto.

El objetivo principal es identificar y valorar la importancia de la escuela frente a otras instituciones sociales en la construcción del individuo, abordando temas como el aprendizaje social, la experiencia individual y el poder transformador de la educación. Las preguntas clave guían esta reflexión para conectar lo aprendido en la escuela con nuestra formación como seres sociales.

1. Entrevista con los teóricos sociales

Moderador: Hoy tenemos el honor de entrevistar a algunos de los más influyentes pensadores sociales de los últimos dos siglos. Con cada uno de ustedes, me gustaría explorar sus ideas y cómo su trabajo contribuye a entender las estructuras sociales, la educación, la economía y las relaciones de poder. Empecemos con algunas preguntas generales.

1. Emile Durkheim
Pregunta: Profesor Durkheim, usted es considerado uno de los padres fundadores de la sociología. En sus trabajos, como La división del trabajo social, usted habla de la importancia de la cohesión social. ¿Cómo ve usted la relación entre el individuo y la sociedad moderna? ¿Cree que las sociedades contemporáneas están perdiendo cohesión debido al aumento de la individualidad?

Durkheim: La relación entre individuo y sociedad moderna es, para mí, inseparable. La sociedad moldea al individuo tanto como este contribuye a la sociedad. Sin embargo, en las sociedades contemporáneas, observo que el aumento de la individualidad puede debilitar la cohesión social, porque las normas y valores colectivos pierden fuerza. Es un desafío: debemos encontrar nuevas formas de solidaridad, ya no mecánica, sino orgánica, para mantener un equilibrio.



2. Talcott Parsons
Pregunta: Profesor Parsons, su teoría de la acción social y el sistema social fue un enfoque muy influyente en la sociología. ¿Cómo explicaría la relación entre los sistemas sociales, como la familia, la educación y la religión, en la modernidad? ¿El sistema sigue siendo estable o está más bien en constante transformación?

Parsons: Los sistemas sociales como la familia, la educación y la religión son piezas integradas que permiten la estabilidad social. Cada uno cumple funciones necesarias para mantener el orden y permitir la adaptación. Aunque enfrentan transformaciones constantes por cambios culturales, tecnológicos y económicos, el sistema busca siempre alcanzar un nuevo equilibrio funcional. No es estático, pero tiende hacia la estabilidad.



3. Basil Bernstein
Pregunta: Profesor Bernstein, su trabajo sobre las lenguas y el código lingüístico ha sido crucial para entender cómo la comunicación influye en el acceso a las oportunidades sociales. ¿Cuál es la relación entre el lenguaje utilizado en el hogar y las oportunidades educativas y sociales de los individuos?

Bernstein: El lenguaje usado en el hogar influye profundamente en las oportunidades educativas y sociales. Los códigos lingüísticos restringidos o elaborados determinan cómo los niños se enfrentan al lenguaje escolar. Los que dominan el código elaborado, similar al de la escuela, tienen ventajas; por tanto, el acceso al capital lingüístico es un factor clave de desigualdad.



4. Karl Marx
Pregunta: Profesor Marx, su teoría del materialismo histórico y la lucha de clases ha tenido un impacto profundo en las ciencias sociales. En la actualidad, ¿cómo interpreta usted las dinámicas de clase en las sociedades capitalistas modernas? ¿Cree que el capitalismo ha encontrado nuevas formas de reproducción de la desigualdad?

Marx: Las dinámicas de clase siguen estando al centro de las sociedades capitalistas modernas. Aunque el capitalismo ha evolucionado, sigue reproduciendo desigualdades a través de nuevas formas: precarización laboral, control financiero, globalización. Las relaciones de producción se adaptan, pero las estructuras de explotación persisten. La lucha de clases no ha desaparecido, solo ha cambiado de forma.



5. Pierre Bourdieu
Pregunta: Profesor Bourdieu, sus conceptos de habitus, capital cultural y campo han transformado la comprensión de las desigualdades sociales. ¿Cómo ve usted la relación entre la educación y la reproducción de las desigualdades sociales? ¿Es posible transformar estos campos para crear más equidad?

Pierre Bourdieu: La educación es un mecanismo poderoso de reproducción de desigualdades sociales, porque transmite y legitima el capital cultural de las clases dominantes. Transformar estos campos requeriría cambiar no solo las instituciones educativas, sino también las estructuras sociales que determinan qué capital es valorado. No basta con abrir el acceso; hay que cambiar las reglas del juego.



6. Claude Baudelot y Roger Establet
Pregunta: Profesores Baudelot y Establet, su trabajo sobre la sociología de la educación demuestra cómo las instituciones educativas no son neutrales, sino que reproducen las estructuras de poder y desigualdad. ¿Cuáles son los factores más importantes que contribuyen a la reproducción de la desigualdad en las escuelas, según su investigación?

Claude Baudelot y Roger Establet Las escuelas no son neutrales porque reproducen las desigualdades sociales: diferencias en recursos, expectativas familiares, orientación académica y oportunidades. Factores como la selección temprana, las prácticas pedagógicas y las relaciones entre escuela y mercado laboral contribuyen a que las desigualdades sociales se mantengan de generación en generación.



7. Samuel Bowles y Herbert Gintis
Pregunta: Profesores Bowles y Gintis, su análisis sobre la relación entre la escuela y la economía capitalista señala que las instituciones educativas son estructuras que preparan a los estudiantes para sus futuros roles en el mercado laboral. ¿Qué tipo de educación cree usted que sería necesaria para cambiar el sistema económico actual y las desigualdades laborales que existen?

Bowles y Gintis: Para cambiar el sistema económico y las desigualdades laborales, necesitamos una educación que no esté orientada solo a preparar trabajadores sumisos, sino que fomente pensamiento crítico, cooperación, creatividad y autonomía. Una educación transformadora debe romper la relación directa entre escuela y mercado laboral, dando a las personas herramientas para cuestionar y reformar el sistema.



8. Max Weber
Pregunta: Profesor Weber, su enfoque de la sociología, que subraya la importancia de la acción social y las motivaciones individuales, es un referente clave. En su Ética protestante y el espíritu del capitalismo, usted conecta la religión con el surgimiento del capitalismo moderno. ¿Cómo ve usted la relación entre religión y economía hoy en día, particularmente en las sociedades capitalistas globalizadas?

Weber: Hoy, la relación entre religión y economía sigue siendo relevante, aunque ha cambiado. En las sociedades capitalistas globalizadas, no es solo el protestantismo, sino una diversidad de creencias que moldean las éticas de trabajo, consumo y éxito. La secularización no ha eliminado la influencia de lo religioso; simplemente, ha diversificado las formas en que impacta la economía.



9. Randall Collins
Pregunta: Profesor Collins, su trabajo sobre la teoría del conflicto y el análisis de las relaciones de poder en diferentes campos, como la educación, es muy influyente. ¿Cómo interpreta usted la dinámica de poder en el sistema educativo actual y qué papel juega la competencia en la creación de élites sociales?

Collins: La dinámica de poder en la educación actual está marcada por la competencia: los títulos y credenciales funcionan como moneda para ingresar a las élites sociales. La escuela no solo transmite conocimientos, sino que organiza luchas simbólicas que determinan quién accede al poder. La competencia no siempre mide mérito, sino la habilidad para jugar bien dentro del sistema.



10. Robert D. Putnam
Pregunta: Profesor Putnam, su investigación sobre el capital social ha sido crucial para entender la interacción entre la participación cívica y la cohesión social. ¿Cómo puede el capital social influir en la movilidad social y en las oportunidades de los individuos en las sociedades actuales? ¿Cree que está en declive debido a las tendencias sociales modernas?

Putnam: El capital social —las redes de confianza, reciprocidad y participación— es esencial para la movilidad social, porque abre puertas y genera oportunidades. Sin embargo, está en declive en muchas sociedades modernas por la fragmentación social, el individualismo y la pérdida de participación cívica. Recuperarlo es clave para reconstruir comunidades inclusivas.



11. Lawrence Thuro
Pregunta: Profesor Thuro, en sus trabajos, ha hablado sobre el impacto de la globalización en las economías nacionales y las desigualdades globales. ¿Cómo ve usted el futuro de las políticas económicas en los países en desarrollo frente a los avances tecnológicos y la interconexión global?

Thuro: El futuro de las políticas económicas en los países en desarrollo dependerá de su capacidad para aprovechar los avances tecnológicos y la globalización sin quedar atrapados en relaciones desiguales. Será crucial diseñar políticas que fortalezcan capacidades locales, fomenten innovación y garanticen que los beneficios del crecimiento se distribuyan de manera justa.

Moderador: Muchas gracias a todos por sus valiosas respuestas. Hemos tocado temas fundamentales sobre la educación, la economía, la desigualdad y el poder. Sin duda, sus ideas continúan siendo fundamentales para entender las dinámicas sociales contemporáneas. ¡Gracias por compartir su tiempo y pensamientos con nosotros!

2. LA IMPORTANCIA DE LOS APRENDIZAJES ESCOLARES



El siguiente texto resignifica la importancia de aclarar y mantener informados a los padres de familia sobre la educación de sus hijas e hijos.

La educación, como bien mencionamos, no solo se trata de adquirir conocimientos académicos, sino de forjar las bases para una vida plena en sociedad. Al enviar a nuestros hijos a la escuela, les estamos proporcionando no solo herramientas cognitivas, sino también habilidades sociales que les permitirán adaptarse y convivir con otros individuos de manera sana y respetuosa. En este contexto, la escuela se convierte en un espacio donde se enseñan los valores fundamentales de la empatía, la cooperación y el respeto mutuo, valores esenciales para la construcción de relaciones interpersonales saludables.

 

La socialización en el entorno escolar es crucial porque permite a los niños interactuar con compañeros que provienen de diferentes contextos familiares y culturales. Esto les enseña a comprender y valorar las diferencias, promoviendo una sociedad más inclusiva y tolerante. Además, la escuela brinda el espacio adecuado para aprender a manejar los conflictos de manera constructiva, a tomar decisiones responsables y a asumir consecuencias, todo ello preparándolos para enfrentar los desafíos que la vida les presentará en el futuro.

Es importante destacar que la educación no solo prepara a los niños para enfrentar situaciones académicas, sino también emocionales y psicológicas. Enfrentar la frustración de no obtener un resultado inmediato o la inseguridad de no ser los mejores en alguna disciplina forma parte de un proceso de maduración. La escuela les proporciona un espacio seguro donde pueden cometer errores, aprender de ellos y desarrollar la resiliencia, cualidad clave para la vida adulta.

Además, al entender las reglas sociales y las normas de convivencia, los niños no solo se convierten en buenos estudiantes, sino también en individuos responsables y ciudadanos conscientes de su entorno. La educación escolar fomenta la construcción de una comunidad, donde cada uno tiene un papel que desempeñar, y todos debemos contribuir al bienestar común. A través de este proceso, los niños aprenden que sus acciones tienen un impacto en los demás, y que vivir en sociedad implica respetar los derechos y responsabilidades de los otros.  

En conclusión, al enviar a nuestros hijos a la escuela, no solo estamos garantizando su éxito académico, sino también su desarrollo integral como personas capaces de entender y afrontar las complejidades del mundo que les rodea. Es responsabilidad de los padres reconocer que la educación es una herramienta indispensable no solo para que nuestros hijos aprendan a sumar, leer y escribir, sino para que se conviertan en individuos emocionalmente equilibrados, socialmente competentes y preparados para enfrentar los desafíos que la vida les presente.

3.TIRAS COMICAS




¿En qué estarás de acuerdo con Manolito?, Es tan real lo que comenta Manolito, hay frases de la cultura y de la cotidianidad, que prácticamente no se analiza son transfundo por lo común de su escuchar; el “vox populi” es claro y recurrente en oraciones tales como: “el gobierno es una farsa”, los que se visten de negro son malas personas etc. En la siguiente pregunta: ¿Alguna vez te sentiste como Mafalda?, ¿por qué?, Si obviamente, todos en algún momento de nuestras vidas hemos sentido que la carga de nuestras obligaciones nos desborda a tal punto de no sentirnos insuficientes, esto repercute directamente sobre nuestra autoestima. ¿Cómo se relaciona lo que dice Manolito con la realidad en la vida? En esta tercer tira cómica Manolito expresa que esta cansado de ir a la escuela en la vida real podemos interpretarlo como que nosotros mismo estamos cansados de nuestras responsabilidades y anhelamos y admiramos a las demás personas como si no tuvieran una realidad mejor a la de nosotros con la acción de Mafalda nos da a entender que ese punto de vista puede estar erróneo y que debemos valorar lo que somos y tenemos.

Los aprendizajes a los que las tiras cómicas nos da a interpretar son cuestionamientos de vida, preguntas e ideas que algunas veces hemos pensado vista desde un punto de vista cómico, y llevándolo a la comedia para un análisis sencillo.

Ahora en base a estas interrogantes y preguntas nace un cuestionamiento sobre un punto importante de mi vida el cual es “la importancia de saber guardar silencio, cuando así es necesario” lo aprendí una noche llorando en mi habitación del 30 de Agosto del 2024, con el que era mi expareja habíamos platicado muchísimo y yo le contaba cada detalle a veces algunos para nada deseados de escuchar por el , se hizo una idea d mi a base de mi sinceridad, cuando daba a resaltar algunos puntos por puro ego, el no saber cuando callar me hizo perder a esa persona , con esa persona interactúan como amigo y como pareja durante años. Definitivamente todos los aspectos sociales en los que nos veamos involucrados dejan algún tipo de huella , la escuela, el trabajos, grupos de desarrollo artísticos , amistades, parejas , compañeros de clase, todo repercute significativamente en nuestro desarrollo cognitivo, un aprendizaje fuerte que he tenido fuera de ambiente social fue y será la implementación de cuadros de análisis que aprendí a realizar en la primer universidad a la que fui , estos cuadros y capacidad de resumir y compactar la información para su mayor entendimiento es una herramienta clave y muy útil para analizar información. Y realmente no creo que todos los aprendizajes sean adquiridos en espacios sociales ya que si así fuera tendría el conocimiento autodidacta no seria posible, podemos estar inmerso de el aprendizaje a través de herramientas educativas claro esta solo en casos aislados.

4.INSTITUCIONES

En el siguiente cuadro veremos y entenderemos la relación entre las instituciones y sus partes e influencia en la sociedad

Institución

Funciones

Influencia

Personas en las que influye

Educativa

Transmitir conocimientos académicos y habilidades técnicas. Fomentar valores y normas sociales. Preparar a los individuos para el mercado laboral.

Forma la base del desarrollo personal y profesional. Promueve la movilidad social y la equidad.

Niños, adolescentes y jóvenes en edad escolar y universitaria.

Religiosa

Proporcionar orientación espiritual y moral. Ofrecer espacios de culto y comunidad. Guiar en la construcción de valores éticos.

Moldea creencias y prácticas que afectan la toma de decisiones y la visión del mundo.

Miembros de la comunidad religiosa y sus familias.

Familiar

Brindar apoyo emocional y económico. Enseñar normas, valores y tradiciones. Ofrecer seguridad y estabilidad.

Fundamental en la formación de la identidad y el carácter. Influye en las relaciones interpersonales y en la integración social.

Niños, adolescentes y adultos en diversas etapas de la vida.

Financiera

Gestionar recursos económicos. Ofrecer servicios de ahorro, crédito e inversión. Facilitar transacciones y pagos.

Impacta en la estabilidad económica personal y empresarial. Influye en decisiones de consumo e inversión.

Individuos, emprendedores, empresas y organizaciones.

Productiva

Producir bienes y servicios. Generar empleo y desarrollo económico. Innovar en procesos y productos.

Contribuye al crecimiento económico y al bienestar social. Afecta la disponibilidad y calidad de productos y servicios.

Trabajadores, empresarios y consumidores en general.

 

Tipos de instituciones y su influencia en las personas:

·                 Instituciones educativas: Aportan conocimientos y habilidades, formando ciudadanos informados y competentes.

·                 Instituciones religiosas: Ofrecen guía moral y espiritual, afectando las creencias y comportamientos de los individuos.

·                 Instituciones familiares: Proporcionan apoyo emocional y social, siendo fundamentales en la formación de valores y relaciones personales.

·                 Instituciones financieras: Gestionan recursos económicos, influenciando las decisiones financieras y el bienestar económico de las personas.

·                 Instituciones productivas: Generan empleo y bienes, afectando la calidad de vida y las oportunidades económicas disponibles para las personas.

5. Relatos "Preproducción o resignificación"

Aprender a salvar vidas más allá del manual

Era una mañana soleada, recuerdo bien, cuando tuve que enfrentar por primera vez una situación real como técnica en urgencias médicas. Hasta ese día, mis aprendizajes sobre primeros auxilios y reanimación cardiopulmonar (RCP) habían sido completamente estructurados: clases teóricas, simulacros en aulas y procedimientos enseñados paso por paso por nuestros instructores. Cada acción estaba detallada: “Si sucede A, debes hacer B”, “si pasa C, haz D”. Como dirían Berger y Luckmann (1997), la realidad que habitábamos en las clases estaba institucionalizada. Todos asumíamos que seguir el protocolo, tal como lo aprendimos, era la única forma correcta de actuar. No se nos ocurría cuestionarlo, era la realidad cotidiana de la formación.

Sin embargo, la calle no es el aula. Esa mañana, al llegar a la escena de un accidente de tránsito, me di cuenta de que las condiciones reales rara vez se parecen al salón de clases. No había camillas ideales, no estaba todo el material, y el paciente requería atención inmediata. Fue en ese momento cuando comprendí que debía ir más allá de lo aprendido de manera repetitiva. Tenía que adaptar. Sin dejar de lado los principios fundamentales que me enseñaron, modifiqué algunos pasos, improvisé con lo que tenía a la mano y, sobre todo, tomé decisiones que no estaban en ningún protocolo.

Según Berger y Luckmann (1997), esto es precisamente resignificar la realidad. El aprendizaje institucionalizado en la escuela se transformó porque la realidad concreta me obligó a hacerlo. La teoría no fue descartada, pero sí reconstruida en función de la situación concreta. En ese instante, pude experimentar de manera vívida lo que ellos llaman habitualización e institucionalización, ya que las acciones que antes eran rígidas, adquirieron un nuevo sentido a partir de la práctica y la necesidad.

Con el tiempo, me di cuenta de que muchos de mis compañeros pasaban por lo mismo. Después de varias intervenciones reales, cada uno terminaba ajustando el método aprendido para adaptarlo a su estilo, recursos y al contexto de cada emergencia. Así, la enseñanza inicial dejó de ser solo una repetición de pasos y se convirtió en una herramienta flexible. Berger y Luckmann (1997) sostienen que las personas no solo interiorizamos las instituciones, sino que también las transformamos cuando la realidad lo exige. Esto me ayudó a comprender que la verdadera formación no termina cuando se memorizan los pasos, sino cuando somos capaces de darle un nuevo significado a lo aprendido, respondiendo de manera efectiva y humana a las situaciones reales.

Hoy, al recordar aquella primera experiencia, entiendo que el conocimiento no es algo fijo, sino algo vivo que se construye y se resignifica día a día en la práctica.

Referencia bibliográfica

Berger, P., & Luckmann, T. (1997). La construcción social de la realidad: Los fundamentos del conocimiento en la vida cotidiana (5a ed.). Amorrortu.

6. ARTICULO EL ESTADO Y LA CONSTRUCIÓN DE LA IDENTIDAD: EL PAPEL DE LA ESCUELA

 La importancia del proceso educativo en la construcción de identidad y su institucionalización desde el Estado.



La educación es uno de los pilares fundamentales para la formación integral de los individuos, no solo en términos cognitivos y académicos, sino también en la construcción de la identidad moral y social. A través de la escuela, como institución social, se consolidan procesos de formación y socialización que permiten a los estudiantes reconocerse como sujetos individuales y colectivos, insertos en una sociedad plural y dinámica (Echavarría Grajales, 2003). La película “Los Coristas” (Barratier, 2004) ilustra con claridad cómo un entorno educativo puede transformarse en un espacio de reconocimiento, empatía y desarrollo humano cuando se valora al estudiante como sujeto moral.

La escuela, entendida como un escenario de encuentro entre múltiples subjetividades, cumple una doble función: la transmisión de conocimientos y la reproducción de valores y normas que orientan la convivencia. En este sentido, las interacciones sociales que se dan dentro de la institución escolar son claves para el desarrollo de habilidades sociales, la interiorización de normas y la configuración de una identidad tanto individual como colectiva. Este proceso no ocurre de manera espontánea; requiere de mediaciones pedagógicas intencionales y de la presencia de figuras educativas significativas, como lo muestra el personaje de Clément Mathieu en “Los Coristas”, cuya propuesta pedagógica basada en el arte y la sensibilidad cambia la vida de sus alumnos.

Asimismo, es esencial distinguir entre formación y socialización. La formación alude al desarrollo de capacidades y conocimientos que permiten al individuo desenvolverse con autonomía y sentido crítico. La socialización, por su parte, implica la incorporación de los valores y normas que hacen posible la vida en comunidad. Ambos procesos se entrelazan en la escuela, generando condiciones para que los estudiantes no solo adquieran saberes académicos, sino también construyan su identidad como ciudadanos activos y comprometidos con su entorno.

La identidad, entendida como el reconocimiento de uno mismo en relación con los otros, se construye en la interacción social. La escuela, al ser un espacio regulado, diverso y constante, ofrece un escenario privilegiado para esa construcción. Pero esta función no puede dejarse al azar ni a la voluntad individual de los educadores; requiere una organización sistemática y sostenida que garantice su funcionamiento y cobertura para todos los sectores sociales. En este sentido, la institucionalización del proceso educativo desde el Estado es imprescindible.

El papel del Estado es asegurar que la educación cumpla su función social. Esto implica diseñar políticas educativas equitativas, garantizar el acceso y la permanencia de los estudiantes en las escuelas, y promover una formación docente que esté a la altura de los retos sociales contemporáneos. La escuela, como bien público, debe ser promovida y sostenida por el Estado para asegurar que todos los niños, niñas y jóvenes tengan las mismas oportunidades de construir su identidad y participar activamente en la vida democrática. Sin esta institucionalización, el derecho a la educación corre el riesgo de fragmentarse, limitando el desarrollo pleno de las personas y reproduciendo desigualdades estructurales.

 

En conclusión, el proceso educativo es fundamental para la construcción de la identidad moral, individual y colectiva de los sujetos. La escuela, como institución social, debe ser un espacio de formación y socialización intencionada, donde se promuevan valores democráticos, el pensamiento crítico y el reconocimiento de la diversidad. Para que esta función se cumpla efectivamente, es necesario que el Estado asuma su responsabilidad de institucionalizar y garantizar la educación como un derecho humano y un eje central para la transformación social.


La educación es uno de los pilares fundamentales para la formación integral de los individuos, no solo en términos cognitivos y académicos, sino también en la construcción de la identidad moral y social. A través de la escuela, como institución social, se consolidan procesos de formación y socialización que permiten a los estudiantes reconocerse como sujetos individuales y colectivos, insertos en una sociedad plural y dinámica (Echavarría Grajales, 2003). La película “Los Coristas” (Barratier, 2004) ilustra con claridad cómo un entorno educativo puede transformarse en un espacio de reconocimiento, empatía y desarrollo humano cuando se valora al estudiante como sujeto moral.

La escuela, entendida como un escenario de encuentro entre múltiples subjetividades, cumple una doble función: la transmisión de conocimientos y la reproducción de valores y normas que orientan la convivencia. En este sentido, las interacciones sociales que se dan dentro de la institución escolar son claves para el desarrollo de habilidades sociales, la interiorización de normas y la configuración de una identidad tanto individual como colectiva. Este proceso no ocurre de manera espontánea; requiere de mediaciones pedagógicas intencionales y de la presencia de figuras educativas significativas, como lo muestra el personaje de Clément Mathieu en “Los Coristas”, cuya propuesta pedagógica basada en el arte y la sensibilidad cambia la vida de sus alumnos.

Asimismo, es esencial distinguir entre formación y socialización. La formación alude al desarrollo de capacidades y conocimientos que permiten al individuo desenvolverse con autonomía y sentido crítico. La socialización, por su parte, implica la incorporación de los valores y normas que hacen posible la vida en comunidad. Ambos procesos se entrelazan en la escuela, generando condiciones para que los estudiantes no solo adquieran saberes académicos, sino también construyan su identidad como ciudadanos activos y comprometidos con su entorno.

La identidad, entendida como el reconocimiento de uno mismo en relación con los otros, se construye en la interacción social. La escuela, al ser un espacio regulado, diverso y constante, ofrece un escenario privilegiado para esa construcción. Pero esta función no puede dejarse al azar ni a la voluntad individual de los educadores; requiere una organización sistemática y sostenida que garantice su funcionamiento y cobertura para todos los sectores sociales. En este sentido, la institucionalización del proceso educativo desde el Estado es imprescindible.

El papel del Estado es asegurar que la educación cumpla su función social. Esto implica diseñar políticas educativas equitativas, garantizar el acceso y la permanencia de los estudiantes en las escuelas, y promover una formación docente que esté a la altura de los retos sociales contemporáneos. La escuela, como bien público, debe ser promovida y sostenida por el Estado para asegurar que todos los niños, niñas y jóvenes tengan las mismas oportunidades de construir su identidad y participar activamente en la vida democrática. Sin esta institucionalización, el derecho a la educación corre el riesgo de fragmentarse, limitando el desarrollo pleno de las personas y reproduciendo desigualdades estructurales.

En conclusión, el proceso educativo es fundamental para la construcción de la identidad moral, individual y colectiva de los sujetos. La escuela, como institución social, debe ser un espacio de formación y socialización intencionada, donde se promuevan valores democráticos, el pensamiento crítico y el reconocimiento de la diversidad. Para que esta función se cumpla efectivamente, es necesario que el Estado asuma su responsabilidad de institucionalizar y garantizar la educación como un derecho humano y un eje central para la transformación social.

Argumento:

El texto expone de manera clara y fundamentada que la educación cumple un papel esencial no solo en la transmisión de conocimientos académicos, sino también en la formación moral, social e identitaria de los individuos. Argumenta que la escuela, como institución social, es un espacio clave donde los estudiantes no solo aprenden matemáticas, historia o ciencias, sino donde también construyen su sentido de pertenencia, interiorizan valores y normas de convivencia, y se reconocen como ciudadanos activos dentro de una sociedad diversa.

Se sostiene que este proceso de formación y socialización no surge espontáneamente, sino que requiere de una intervención pedagógica intencionada y de la presencia de figuras educativas significativas, como lo ejemplifica el personaje Clément Mathieu en la película Los Coristas. A través del arte y la empatía, este personaje logra transformar la vida de sus alumnos, mostrando que una educación humanizadora tiene un impacto profundo en el desarrollo integral de los estudiantes.

El texto también distingue entre formación (desarrollo de capacidades y conocimientos) y socialización (incorporación de normas y valores), dejando claro que ambos procesos son complementarios y necesarios en la escuela para consolidar la identidad individual y colectiva. Aquí, se argumenta que la escuela, al ser un espacio regulado y constante, tiene un papel privilegiado en este proceso identitario.

Por otro lado, el argumento central también señala que el Estado tiene una responsabilidad ineludible: garantizar que la educación sea un derecho humano accesible y de calidad para todos, sin distinción. Sin una política educativa equitativa y sin la institucionalización del proceso educativo, el acceso a estos beneficios se fragmentaría, profundizando desigualdades sociales preexistentes.

En conclusión, el texto defiende que para que la educación cumpla su función social, debe ser vista como un bien público, sostenido y garantizado por el Estado, y no como una mera mercancía. Solo así se podrá asegurar que todos los niños, niñas y jóvenes tengan las mismas oportunidades de construir su identidad, participar activamente en la vida democrática y convertirse en agentes de transformación social.

Referencias

·         Barratier, C. (Director). (2004). *Los Coristas* [Película]. Pathé Renn Productions.

·         Echavarría Grajales, C. V. (2003). La escuela un escenario de formación y socialización para la construcción de identidad moral. *Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud*, 1(002), Universidad de Manizales, Colombia.

    7. COLLAGE “INSTITUCIONALIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN EN MÉXICO”



 8.ARTÍCULO “LA CULTURA ESCOLAR DETERMINA O ES CONSTRUIDA DESDE LA ESCUELA”

El artículo de Bolívar (1996) plantea una reflexión profunda sobre la importancia de la cultura escolar como factor clave en los procesos de cambio curricular. A través de un análisis crítico, el autor destaca que las reformas educativas no pueden implementarse con éxito si no consideran el contexto cultural en el que se insertan, especialmente en el ámbito escolar.

La cultura escolar se entiende como el conjunto de valores, creencias, normas y prácticas que caracterizan la vida cotidiana en las instituciones educativas. Esta cultura otorga sentido, identidad y estabilidad a los actores escolares. En este marco, su importancia radica en que cualquier cambio que se intente introducir en la escuela pasará inevitablemente por el filtro de esa cultura. Por tanto, reconocerla y trabajar con ella es esencial para lograr transformaciones genuinas y sostenibles. Sin embargo, Bolívar señala que una de las principales razones por las que la cultura escolar se resiste al cambio es porque muchas reformas se diseñan desde una perspectiva externa, sin la participación activa del profesorado. Estas propuestas suelen ser teóricas, generalizadas y alejadas de las realidades concretas de las escuelas. Ante ello, los docentes, como profesionales prácticos, suelen adoptar una postura defensiva, protegiendo su identidad profesional y las rutinas que les brindan seguridad.

Frente a esta situación, el autor propone que los cambios educativos deben construirse desde dentro, implicando a los docentes en el diseño, implementación y evaluación de las reformas. El cambio no debe imponerse, sino surgir del diálogo, la reflexión compartida y la formación continua. La cultura escolar puede cambiar, pero este proceso debe ser participativo, progresivo y contextualizado.

En este sentido, Bolívar introduce el concepto de **reconstrucción cultural del cambio**, que hace referencia a la necesidad de reinterpretar y resignificar las reformas a partir de los significados y prácticas ya existentes en la escuela. El cambio educativo se concibe así como un proceso cultural, en el que se transforman las formas de pensar, actuar y relacionarse en la comunidad escolar.

En conclusión, el artículo subraya que no puede haber una mejora real en la educación sin tener en cuenta la cultura escolar. Solo a través de una reconstrucción cultural participativa y crítica será posible implementar cambios curriculares que sean realmente asumidos por quienes los llevan a cabo en la práctica diaria.

 El artículo de Bolívar (1996) plantea una reflexión profunda sobre la importancia de la cultura escolar como factor clave en los procesos de cambio curricular. A través de un análisis crítico, el autor destaca que las reformas educativas no pueden implementarse con éxito si no consideran el contexto cultural en el que se insertan, especialmente en el ámbito escolar.

La cultura escolar se entiende como el conjunto de valores, creencias, normas y prácticas que caracterizan la vida cotidiana en las instituciones educativas. Esta cultura otorga sentido, identidad y estabilidad a los actores escolares. En este marco, su importancia radica en que cualquier cambio que se intente introducir en la escuela pasará inevitablemente por el filtro de esa cultura. Por tanto, reconocerla y trabajar con ella es esencial para lograr transformaciones genuinas y sostenibles. Sin embargo, Bolívar señala que una de las principales razones por las que la cultura escolar se resiste al cambio es porque muchas reformas se diseñan desde una perspectiva externa, sin la participación activa del profesorado. Estas propuestas suelen ser teóricas, generalizadas y alejadas de las realidades concretas de las escuelas. Ante ello, los docentes, como profesionales prácticos, suelen adoptar una postura defensiva, protegiendo su identidad profesional y las rutinas que les brindan seguridad.

Frente a esta situación, el autor propone que los cambios educativos deben construirse desde dentro, implicando a los docentes en el diseño, implementación y evaluación de las reformas. El cambio no debe imponerse, sino surgir del diálogo, la reflexión compartida y la formación continua. La cultura escolar puede cambiar, pero este proceso debe ser participativo, progresivo y contextualizado.

En este sentido, Bolívar introduce el concepto de **reconstrucción cultural del cambio**, que hace referencia a la necesidad de reinterpretar y resignificar las reformas a partir de los significados y prácticas ya existentes en la escuela. El cambio educativo se concibe así como un proceso cultural, en el que se transforman las formas de pensar, actuar y relacionarse en la comunidad escolar.

En conclusión, el artículo subraya que no puede haber una mejora real en la educación sin tener en cuenta la cultura escolar. Solo a través de una reconstrucción cultural participativa y crítica será posible implementar cambios curriculares que sean realmente asumidos por quienes los llevan a cabo en la práctica diaria.

 

Argumento

El artículo de Bolívar (1996) presenta una tesis fundamental: ningún cambio educativo real y sostenible puede lograrse si no se considera la cultura escolar. Este planteamiento es clave porque las reformas educativas suelen fracasar cuando se diseñan de manera externa, desconectadas de las prácticas cotidianas, los valores y las creencias que configuran la vida en las escuelas. Bolívar señala acertadamente que la cultura escolar no es simplemente un fondo decorativo, sino el entramado que da sentido y estabilidad al trabajo docente, y que cualquier intento de transformación pasará necesariamente por ese filtro.

El autor sostiene que las reformas impuestas desde arriba, sin participación activa del profesorado, tienden a ser percibidas como amenazas. Los docentes, al sentirse ajenos a esas iniciativas, adoptan posturas defensivas para proteger su identidad profesional y sus prácticas diarias. Esto explica por qué muchas políticas educativas se quedan en el papel, mientras que las aulas siguen funcionando bajo las mismas lógicas de siempre.

Frente a este problema, Bolívar propone un modelo de cambio distinto: la reconstrucción cultural del cambio. Es decir, las reformas deben surgir de un diálogo genuino con los actores escolares, reinterpretando los significados y prácticas ya existentes, para resignificarlos colectivamente. Este enfoque reconoce que el cambio educativo no es solo técnico, sino profundamente cultural: supone transformar las formas de pensar, actuar y relacionarse dentro de la escuela.

Por tanto, el artículo argumenta con fuerza que la mejora educativa solo es posible si se hace de manera participativa, progresiva y contextualizada. Involucrar al profesorado en todas las fases del proceso no solo aumenta las posibilidades de éxito, sino que dignifica su rol como protagonistas del cambio, en lugar de meros receptores de políticas externas.

En conclusión, Bolívar nos invita a repensar las reformas educativas no como simples ajustes técnicos, sino como procesos culturales que deben construirse desde dentro, con la comunidad escolar como motor principal del cambio. Este enfoque, aunque más complejo y lento, es el único capaz de generar transformaciones genuinas y sostenibles en el tiempo.

Bolívar, A. (1996). Cultura escolar y cambio curricular. *Bordón: Revista de Pedagogía*, *48*(2), 169–177.

 


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